¿Eres de los que dice todo el tiempo:
¡no puedo ahorrar!?
Bueno tenemos noticias, ahorrar es un hábito que se logra
haciendo pequeños cambios en tu día a día:
Apunta tus gastos fijos: aquellos que se pagan todos los meses, como agua, luz, internet y así saber con qué dinero cuentas para invertir o ahorrar.
Reserva al menos el 10% de tu renta: una vez que hayas aclarado tus gastos fijos, empieza a separar el 10% o más para invertirlo.
Comprende la diferencia entre necesidad y deseo: revisa si lo que estás comprando es necesario o es un impulso.
Compara precios: toma decisiones más informadas sobre costo-beneficio, después de investigar mejores precios de los productos que deseas comprar.
Evita usar tu tarjeta de crédito: hacer compras solo cuando tenemos dinero es lo más recomendable para tener una vida financiera más saludable.
Aprende a invertir: cuando decides invertir tu dinero, tienes la seguridad de que no lo gastarás en lo que no necesitas. Comienza de a poco, ve formando el hábito del ahorro, pero antes ponte al día con esa obligación pendiente. Contacta a nuestros asesores y asegura el camino para que comiences a cuidar tus finanzas.